miércoles, 25 de julio de 2012


MI PRIMERA CONVERSACION CON MI NUEVO MEJOR VECINO



A todos mis amigos y compañeros lectores,  que ya saben que el vecino con quien caminaba se mudo del edificio por no poder seguir pagando el condominio; quiero expresarle que ya tuve mi primera conversación con mi nuevo vecino. Por esas casualidades estaba lloviendo y decidí caminar por las áreas comunes del edificio que son techadas. Sorpresa me causó encontrarlo y durante el primer escarceo de palabras nos presentamos, con la ventaja que ya él sabía que soy coronel retirado de la Guardia Nacional. Bueno, me dirijo a él y le pregunto:

Yo: vecino y usted a que se dedica, cuál es su profesión, él me contesta.

Mi vecino: soy proveedor del gobierno, le vendo equipos médicos; mi profesión es haber sido guerrillero en los años sesenta, siempre un hombre de izquierda.

Yo: ah caramba, que buen pedigrí tiene usted vecino y se puede saber donde vivía antes de mudarse para  acá.

Mi vecino: vivía en el Valle, cerca de Longaray.

Yo: vecino y antes de que Chávez llegara al poder de que vivía.

Mi vecino: antes era adeco y vivía vendiéndole cosas a los gobiernos adecos y copeyanos.

Yo: cuál es la diferencia entre venderle a los adecos y copeyanos con este gobierno.

Mi vecino: bueno mire, aquellos eran buenos negociantes, usted sabe; me pedían el clásico 10% de comisión. Pero estos no, mis compatriotas tienen las agallas grandes, a veces me piden hasta el sesenta por ciento y algunos más descarados todavía se quieren asociar conmigo, pero hay que sobrevivir y lógicamente todo eso se recarga en la factura.

Mi vecino: bueno pero hábleme de usted, por que todos ustedes los militares están en la buena con el presidente, en su caso me imagino que tiene una buena pensión, sus asignaciones, bonos y primas.

Yo: Caramba vecino, lamento contradecirlo, usted desconoce que cuando los militares pasamos a retiro no percibimos más el bono de alimentación y el bono recreacional, aparte de que los aguinaldos nos los pagan “chucutos” de acuerdo al decreto. Las primas por hijo, transporte y antigüedad son una miseria. Fíjese usted que nosotros los militares activos y retirados cobramos dos (2) bolívares de prima de antigüedad por cada año de servicio.

Mi vecino: No puede ser,  y yo que creía que ustedes estaban en la buena con este gobierno presidido por un militar, pero bueno; tienen otras prebendas como seguro de vida, hospital militar, circulo militar, IPSFA en donde compran barato todo.

Yo: parece que usted como que no esta al día, el hospital militar lo convirtieron en una sede de Barrio Adentro, ahí nosotros somos extraños, nos atienden si al portero le da la gana de dejarnos pasar, a pesar de que nos siguen descontando arbitrariamente un porcentaje del sueldo para la atención hospitalaria; con respecto al Seguro Horizonte, la cobertura es de veinte mil bolívares, como usted verá eso no alcanza ni para sacarse una uña infectada. Con respecto al Circulo Militar, tengo años que no voy, si uno como militar quiere conseguir una habitación en el hotel, bueno tiene construirla; porque nunca hay disponibilidad, solo hay para los diputados y cubanos. Dejé de ir al sauna y vapor, precisamente porque esta infectado de cubanos y demás chismosos tratando de escuchar lo que uno habla.  Con respecto al IPSFA, ese instituto perdió su espíritu, propósito y razón para lo que fue creado, esa no es ni la sombra de lo usted conoció, ahí no hay dinero para créditos, solo tráfico de influencia para conseguirlo.

Mi vecino: pero entonces ustedes están jodidos por todas partes, la cosa no es como la pintan. Pero bueno, el presidente no es militar, debería preocuparse más por estas cosas; por eso es que dicen que “no hay peor astilla que la del mismo palo”. Y que pasó con la Ley de Seguridad Social de la FA.

Yo: promesas de cumbiamberas, vecino. Pura paja, pura muela; han trascurrido catorce años y a estas alturas del gobierno de un presidente oficial retirado no ha sido aprobada.

Mi vecino: pero entonces ese problema viene desde la cuarta república, eso es viejo.

Yo: si vecino, es de vieja data. Pero antes gozábamos de un prestigio institucional ante la sociedad, ahora no nos quieren, estamos desprestigiados. Antes nos dedicábamos a nuestra misión consagrada en la constitución, hasta ustedes los comunistas recibieron lo suyo en los años sesenta cuando usted era guerrillero. En la cuarta como usted dice, nunca vio a un oficial vendiendo pollo, verduras y legumbres en un mercado, los hechos de corrupción eran denunciados y sancionados. Nunca usted vio a un militar haciendo política en los cuarteles o gritando consignas en apoyo a los adecos o copeyanos, nunca nos escuchó decir soy lusinchista, carlosadresista, calderista, romulista, etc. Nunca un presidente  llegó a  presentarse en un acto en Fuerte Tiuna a dar arengas políticas y mucho menos a ofender al que piense diferente a él. Nunca un presidente se presentó ante una agrupación de parada uniformado haciendo campaña electoral para intimidar a sus adversarios políticos. Y si hay un culpable en esa época sobre la situación socioeconómica que hoy padecemos es transferible a todos aquellos superiores que no tuvieron la visión necesaria para entender que los subalternos no estaban en las mejores condiciones salariales.

Mi vecino: y que me dice de Blanca Ibáñez, que se uniformó.

Yo: bueno, eso es verdad que ocurrió, pero “la culpa no es del ciego sino de quien le da el garrote”. Ahí la culpa fue del jala bolas que le entregó el uniforme para que ella se uniformara.

Mi vecino: y qué es lo que ustedes aspiran.

Yo: muy sencillo, que se cumpla la constitución y se nos devuelva nuestra misión, que nunca jamás la Fuerza Armada sea empleada para enfrentar a la población, que nos permitan participar y trabajar en el desarrollo del país en la búsqueda de rescatar ese prestigio que siempre tuvimos y que nuestro antecesores nos dejaron como herencia libertaria. Que nunca jamás las instalaciones militares sean utilizadas para realizar proselitismo político y que mucho se le permita a ejércitos extranjeros participar en las decisiones de carácter militar, como ocurre en este momento que hemos permitido que los cubanos nos dirijan. Que el apresto y empleo militar sea dedicado a combatir, neutralizar y eliminar a las fuerzas irregulares de la FARC, ELN y paramilitares en la frontera, que las adquisiciones de material bélico sean realizadas de manera trasparente y de acuerdo a los planes y proyectos institucionales



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